Del marketing del fin del mundo de Marvel al rescate pirata de Spotify: el costo de nuestra dependencia digital - 21 de diciembre de 2025

El entretenimiento ha entrado en una fase de "pánico estratégico" que Marvel ha bautizado como Doomsday Marketing. El regreso de Robert Downey Jr. como Doctor Doom no es solo una sorpresa para los fans; es una medida desesperada para intentar salvar una franquicia que ha perdido el rumbo. Esta dependencia absoluta de la nostalgia, sumada a los rumores de proyectos en solitario para Wolverine, nos muestra a una industria que tiene miedo de mirar hacia el futuro. Incluso estrellas como Sydney Sweeney están descubriendo que el nombre no lo es todo si la taquilla no acompaña, mientras que retrasos en series como Ahsoka confirman que la maquinaria de producción de Disney está más que saturada. Estamos viendo el límite de un modelo que prefiere reciclar el pasado antes que arriesgarse con ideas nuevas y coherentes.

Esta falta de riesgo se siente especialmente en las superproducciones bélicas actuales, y el caso de Avatar: Fire and Ash es el más evidente. Me parece una tontería que se sigan invirtiendo presupuestos milmillonarios en películas donde los personajes toman decisiones totalmente ilógicas solo para mover la trama hacia la siguiente gran explosión. James Cameron parece estar más enfocado en la perfección de los pixeles que en la solidez de su guion. Es frustrante ver cómo la narrativa se sacrifica en el altar del espectáculo visual, dejándonos con una historia de guerra que, por muy hermosa que se vea en pantalla, carece de alma y de una estructura que respete la inteligencia del espectador. Necesitamos que el cine de este calibre vuelva a tener un propósito narrativo claro, más allá de ser un simple escaparate tecnológico.

En el ámbito de la propiedad digital, la tensión ha estallado con la creación de un archivo de 300 terabytes de Spotify. Un grupo de activistas ha decidido que la cultura es demasiado importante para dejarla exclusivamente en manos de plataformas de streaming que pueden borrar contenidos a su antojo. Al distribuir este inmenso catálogo mediante torrents, están planteando un debate necesario sobre la fragilidad de nuestra biblioteca digital: si pagas una suscripción, no eres dueño de nada. Esta misma lucha por la preservación se refleja en el rescate de más de 140 ROMs del Sega Channel, un servicio pionero que hoy vuelve a la vida gracias a la comunidad. Mientras tanto, Google finalmente ha cerrado el soporte para el navegador de la Sega Dreamcast tras 25 años, marcando el fin de una de las eras más románticas y extrañas de la conectividad en consolas.

Finalmente, el impacto de la inteligencia artificial está cobrando una factura humana que ya no podemos ignorar. Se estima que para 2025 se habrán ejecutado 50,000 despidos relacionados directamente con la IA solo en Estados Unidos, una cifra que pone fin a la idea de que la tecnología solo viene a ayudarnos. Este entorno laboral hostil se complementa con una crisis en las aulas: los estudiantes están sufriendo niveles de ansiedad sin precedentes al volverse dependientes de los algoritmos para tomar cualquier decisión académica. Al delegar su pensamiento crítico, están perdiendo la confianza en sus propias capacidades, creando una dependencia que atrofia su habilidad para resolver problemas por sí mismos. Estamos ante un reto civilizatorio donde debemos decidir cuánta de nuestra autonomía estamos dispuestos a entregar a cambio de eficiencia.

El plus del día:
Si necesitas un respiro de las grandes corporaciones, échale un ojo al tráiler de Flash: The Odyssey. Es un proyecto que demuestra que la pasión de la comunidad sigue siendo el motor más fuerte para contar historias, incluso cuando los grandes estudios parecen perdidos en sus propias estrategias de marketing. A veces, la verdadera magia del cine ocurre lejos de los presupuestos inflados y mucho más cerca del esfuerzo genuino de los fans por mantener vivo su amor por estos personajes.