Todo el mundo tiene una historia que contar. Las experiencias, los sentimientos, las ideas, los sueños que se combinan para formar la vida. Una excelente manera de mantener un registro de todas aquellas cosas que nos han sucedido es mantener un diario.
Generalmente las personas se resisten a llevarlo porque piensan que no son lo suficientemente buenos escribiendo, también lo evitan por el temor de que alguien lea sus cosas personales o simplemente no escriben por considerar que tienen cosas mucho más importantes que hacer.
Pero, en lugar de pensar en una diario como en un delator en potencia, piensa en el mismo como una guía para la auto reflexión, la libre expresión y la introspección. El relatar los eventos del día es algo sencillo y es una valiosa forma de evaluarnos y de descubrir como cambiamos cada cierto tiempo.
Por lo tanto, estos son los beneficios de llevar un diario:
Reduce el estrés.
Una vez que tengas el hábito de escribir, ya sea en papel o en el ordenador, desarrollaras una forma de expresión personal y por medio de esta adquieres claridad para definir tus deseos y limitaciones. Te sentirás más tranquilo y espiritualmente a gusto después de una sesión de escritura.
Relaciones más sólidas.
El hecho de escribir sobre las personas que conoces te ayudará a entenderlas mejor y te pone en contacto con tus sentimientos acerca de ellos.
Mejora la capacidad de organización.
Es mediante la estructuración de tus pensamientos, a la hora de escribirlos, lo que hace florecer en ti la habilidad de organización, misma que sirve para gestionar mejor tus ideas. Escribir periódicamente perfecciona la habilidad de definir lo que quieres lograr y te ayuda a darle seguimiento. Algo tan sencillo como llevar una lista de “cosas que hacer” permite que administres eficientemente tu esfuerzo y tus recursos.
Mejora el enfoque.
Escribir un registro crea conciencia, y por lo tanto, más atención a las cuestiones que son más relevantes. La rutina de llevar el diario crea un momento reservado para uno mismo y se siente bien dedicarse algo de atención. ¿Quién nos puede querer más que uno mismo?
Antes de irte a la cama con un montón de pensamientos desordenados y una lógica indefinida, toma nota de eso que enturbia tu mente; el escribirlo te ayudará a concentrarte y te dará claridad.
Mejores soluciones a los problemas.
Escribir sobre tus problemas le da a tu cerebro el material necesario para la solución. Es increíble el efecto que tiene el redactar sobre los contratiempos que se nos presentan, nuestra mente comienza a trabajar en la solución justo después de tenerlo plasmado.
Conocernos mejor.
La escritura puede ayudar a aclarar los pensamientos, las emociones y las reacciones a determinados eventos. Leer nuevamente lo pasado a través de nuestras propias letras nos da pruebas de las cosas que nos hacen feliz y de las que nos afligen. El diario es una gran herramienta para el auto-descubrimiento; ayuda a reforzar la autoestima y la confianza. En ese registro descubrimos e identificamos nuestros valores y conocemos la forma en que pensamos, creamos y cómo usamos la intuición.
Crecimiento personal.
Llevar un diario es un vehículo de expresión; mejora nuestra congruencia e integridad. Aumenta la intuición y la creatividad ya que en lo escrito se puede descubrir la voz interior que interpreta los símbolos y los sueños.
Escribir aumentará la memoria de los acontecimientos y define mejor nuestro pasado.
Captura la historia de tu vida.
Un diario es un catálogo de recuerdos. Con el tiempo, esos momentos se convertirán en tesoros insustituibles que puedes disfrutar durante muchos años. Al llevar este registro no solo estas capturando trozos de tu vida, sino también parte de la de los demás. Podrás ver tus patrones de conducta, los cambios en tu personalidad, y los avances en las metas de tu vida.
¿Ya te decidiste a crear un diario?
Si ya te sientes preparado para iniciar un diario debes encontrar el tiempo y el lugar para hacerlo. Lo ideal sería elegir al final del día de trabajo o antes de ir a la cama, en un momento en el que no te interrumpan. Debes comprometerte a escribir un mínimo de 15 minutos diarios, al menos, durante tres o cuatro días consecutivos.
Una vez que empieces a escribir no te preocupes por la ortografía o la gramática (ya habrá tiempo para corregirlo y nadie te juzgará por hacerlo mal) y no censures lo que escribes, se supone que lo haces sólo para ti
Frecuente mente tendrás días en los que no sabrás sobre que escribir (lo cual es muy común). Si te llega a ocurrir el “síndrome de la página en blanco " intenta con estos temas: algo que te preocupa, algo que has soñado recientemente, algo que has estado evitando o la mejor cosa que te ha pasado hoy.
Agrégale objetos que ayuden a reforzar los recuerdos. Puedes colocarle los boletos del cine, un trozo del papel de envoltura de alguno de los regalos que recibiste o las fotos del evento al que te refieres en lo escrito. En caso de que tu diario sea digital (en el ordenador) puedes pasar por el scanner los mismos objetos y adjuntarlos como imágenes JPG.
Recuerda, llevar un diario ofrece una terapia gratuita, no requiere conocimientos técnicos ni un tiempo mínimo requerido. A través del registro diario puedes ver y entender mejor lo que quieres, lo que te es importante y cómo te sientes al respecto.
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