La memoria no un músculo, ya que no es algo concreto que puedas ejercitar. Mas bien, es una forma de organizar la información en tu cerebro. Así que si eres de los que se les olvida todo, como yo, pero estas dispuesto a mejorar tu memoria, es necesario cambiar y reorganizar la forma en la que piensas. Ayudaras a mantener en forma memoria y a la manera en la que funciona.
Alguna vez te has preguntado ¿por qué es que no se puede recordar lo que cenaste ayer?, y sin embargo recuerdas todas y cada una de las palabras de tu canción favorita. En los siguientes pasos puedes date cuenta porque se te olvida algo, así como las herramientas para recordar.
1. Los números de teléfono.
¿Por qué se te olvidan? Mucha de la información que recibes se almacena en tu memoria de corto plazo, la cual no está diseñada para recodarlo todo, de lo contrario te volverías loco con la cantidad de datos absorbes; digamos que se almacena sólo algunos minutos, lo cual es completamente normal y por lo tanto naturalmente se te va a olvidar. Así que no hagas mayores esfuerzos por recordar cada número que te den, mejor anótalo. Ahora bien, so te confías en que todos los números que necesitas están almacenados en tu teléfono móvil, deberías anotarlos en alguna agenda, ya que en caso de que se te pierda o que te lo roben tendrás un respaldo seguro en papel ¿O es que acaso crees que los puedes recordar todos?
Un truco para recordar cierta cantidad e números es la de asociarlos con alguna figura, por ejemplo: 0 = círculo, 1 = pluma, 2 = cisne, 3 = senos, 4 = una vela… y así sucesivamente, hasta armar con ellos una historia (¿Bizarro no?). Ahora déjame decirte que pocos son los privilegiados que con todo y trucos pueden recordar siete o más dígitos.
2. Fechas y aniversarios.
¿Por qué se te olvidan las fechas importantes? El hecho de que no puedas recordar una fecha trascendental en tu vida es tal vez la mayor causa de peleas programadas. Para ayudarte a ti mismo cuentas con las agendas electrónicas, la memoria de los celulares, al correo electrónico y los calendarios en línea; en casi todos puedes programar el que te recuerde alguna fecha de trascendencia y con varios días de anticipación. De está forma nunca te atrapará desprevenido algún aniversario o cumpleaños. En mi caso el Google Calendar es mi mejor aliado, antes solía usar el de Hotmail.
3. Los nombres.
El único nombre que se no se me olvidó la primera vez que lo escuche, fue el de mi novia, que ahora es mi esposa. ¿Por qué? pues porque le di importancia desde el primer instante en que me lo dijo (amor a primera vista). Yo no podía dejar de prestarle toda mi atención, así que cuando te presenten a alguien, lo único que debes hacer para recordar su nombre es prestar el 100 % de atención, y repetirlo en alguna frase inmediatamente después de que te lo digan.
4. Las malditas llaves.
¿Por qué se olvida en dónde demonios dejamos las llaves constantemente? Es imposible (y poco práctico) recordar cada detalle de nuestra vida cotidiana, de modo que nuestro cerebro compensa esto haciendo generalizaciones de nuestros recuerdos. Por ejemplo, en lugar de recordar cada fruta que alguna vez te has comido, nuestro cerebro crea un esquema de cada manzana, pera o sandía: que es suave, de color rojo, dulce, de agradable olor. Esto mismo sucede con tus llaves. En vez de recordar en dónde las dejaste, recuerda como suenan al chocar entre si de que color son. Por lo tanto deberás crear rutinas para las mismas, por ejemplo, colocarlas sobre el mismo lugar o comprar un portallaves que habrás de colgar en un lugar visible.
5. Las contraseñas.
La mayoría de las personas utilizan el número de teléfono de la casa como contraseñas, lo cual no resulta muy seguro. Para crear una contraseña impenetrable, deberás de asociar la palabra elegida con algo importante pero que pocos conozcan; algo así como un secreto que no puedes revelar; la mía es… ¡Ja! Crees que la voy a decir.
La cuestión es que debes elegir algo entre 6 y ocho caracteres, de preferencia que contengan un número para mayor seguridad. Asócialo con algo importante pero que sólo sea de tu conocimiento. Algo que ni la GESTAPO pudiera sacarte en una sesión de tortura.
6. Los códigos PIN.
Cuando llego el correo que anunciaba tu número confidencial te recomendaron cambiarlo y destruir el papel en el que llegó, cosa que no hiciste. Y en caso de que lo hayas cambiado lo más seguro es que sea el año en que naciste. Si alguien te quiere robar tu dinero y te conoce lo suficiente, es probable que no tenga muchos problemas al querer adivinar tu número privado. Hazle difícil el trabajo y coloca tu número a la inversa o los dos de atrás pásalos adelante.
Otro truco es pasar esos números a sus respectivos lugares en el alfabeto, por ejemplo, si para ti la palabra BEBE, tiene algún significado, asígnale a B su respectivo número, que es el “2”, y a la E está en el quinto lugar colócale el 5 y así formarás 2525 = BEBE; ¡Fácil!
También te puedes servir de las combinaciones de letras con números que están en todo teclado telefónico; elaborado pero no imposible de realizar.
7. Es más valioso un pedazo de papel, que la mejor de las memorias.
Si definitivamente lo tuyo no es recordar, te recomiendo que hagas lo que yo, compra una pequeña libreta de bolsillo; una de esas que apenas tienen 20 hojas y que te pueden sacar de más de un apuro. No requiere baterías, acepta cualquier carácter por extraño que parezca, sirve de mini diario y además es excelente para expresar cualquier pensamiento que te atraviese por la cabeza.
Y si de plano tienes una memoria de queso gruyere, entonces di a tus conocidos que eres un artista, y que no tienes tiempo para recordar los detalles, que lo tuyo es lo abstracto.
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