Cómo recuperar el enfoque

Todos sabemos lo importante que es centrarse en lo que deseamos. Pero ¿Qué sucede cuando perdemos nuestro enfoque?

Algunos de nosotros nunca elaboramos un plan ni nos preocupamos por trazar nuestros objetivos; pasamos la mayor parte del tiempo a la deriva, rebotando de crisis en crisis y sin un progreso real en la vida.

Otros, sin embargo, hacen un gran avance en sus trabajos o en sus carreras y repentinamente sucede algún imprevisto desastroso que logra que se pierda todo lo alcanzado; sin que sea posible recuperar el impulso que se tuvo anteriormente para lograr el éxito.

Nos distraen, se nos presentan adversidades, sufrimos de constantes interrupciones, nos enfermamos o… cualquier otro imprevisto. Es entonces que se nos agota la energía, esa que nos sobraba anteriormente y sentimos que el mundo que nos rodea va más lento.

Pero esto le sucede a todo mundo, y por lo general cuando nos ocurre, lo primero que se nos viene a la cabeza es "¿Por qué me está pasando esto a mí?", lo cual no resuelve nada.

En primer lugar hemos de reconocer que hemos perdido el enfoque y que tenemos que generar la oportunidad de volver a tener el ímpetu y el ritmo de antes. Esto es lo que lo que separa a los ganadores de los perdedores: la actitud.

El perdedor alega que esforzarse es demasiado difícil, que no vale la pena el esfuerzo. El “looser” piensa que su mala suerte no le ayudara y deja de intentarlo.

Pero el ganador no sufre demasiado por los contratiempos a los que se enfrenta. Ve en cada obstáculo un desafío a vencer y supera cualquier objeción con su preparación y con sus ganas de seguir adelante.

Entonces, ¿cómo podemos corregir este problema? Es fácil, aquí están los seis pasos:


PASO 1:

Define tu visión. Es necesario contar con una visión en la puedas dedicarte de lleno y concertar todos tus pensamientos. Si no tienes uno, es probable que realices cada una de tus acciones sin un fin específico, y por lo tanto no lograras muchos éxitos; le estás dejando a la suerte que decida tus logros. Las personas de éxito tienen una visión; los famosos de quince minutos sólo tienen a la suerte de su lado, y sus logros son reconocidos por extraños y durante un muy breve lapso de tiempo.

PASO 2:

Conoce tu Misión. Una misión es una listas de las normas sobre cómo vas a conseguir tus objetivos. Si no sabes cuales son estas normas es fácil que cometas errores al tomar decisiones equivocadas, mismas que en vez de ayudar sólo retrasaran tu éxito.

PASO 3:

Necesitas plan. Un plan te proveerá de un objetivo y de un centro de atención para tus actividades. Con el plan previenes que tus acciones no se centren en algo que no es importante para alcanzar tus objetivos. Los planes son la herramienta que centra y enfoca a las personas que logran superarse.

PASO 4:

Necesitas concentrarte, las personas que logran lo que quieren practican su habilidad para concentrarse sólo en lo que quieren y en lo que hacen.

PASO 5:

Conoce lo que es más importante para ti. No permitas que las distracciones te alejen de lo que quieres alcanzar, realiza sólo aquellas actividades que te lleven a lograr los resultados deseados. No desperdicies tu energía en lo que no es significativo.

PASO 6:

Enfócate nuevamente si te distraes. Ya lo pasado… pasado, trata a los errores como si hubieran ocurrido hace cien años (pero no los olvides). No puedes cambiar la historia, ni deshacer los faltas cometidas; lo que si puedes hacer es reorientar tus acciones y tu actitud.

No te tortures si has perdido el enfoque. Es muy sencillo volver a camino correcto, sólo tienen que concentrarte en aquello que quieres, siempre que definas y mantengas tus objetivos en la mira. De esta manera seguirás creciendo y prosperando.

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