¿Cuál es la que más te conviene?
Los precios de las cámaras digitales han caído increíblemente, incluyendo a las profesionales; ocasionando que el factor del precio ya no sea una determinante a la hora de elegir la cámara fotográfica ideal para ti. Tanto las económicas como las más costosas en el mercado tienen sus pros y sus contras, de manera que lo que cuestan no debe ser la base de tu decisión al momento de adquirir uno de estos equipos.
Las cámaras profesionales (D-SLR) ofrecen flexibilidad y control en cada aspecto de la fotografía, así como la posibilidad de intercambiar sus lentes, por lo que con ellas puedes elegir lo que mejor se adapte a las condiciones que se te presentan. Estos lentes son de gran calidad, por lo que siempre que sepas como usarlos, dispondrás de fotos nítidas y bien enfocadas. Puedes controlar prácticamente todos los aspectos que inciden en las imágenes de forma manual: exposición, color, nitidez y contraste por mencionar sólo algunos. Permitiendo ajustar las características que tendrá la imagen y evitar de este modo el exceso de manipulación digital en el post proceso; todo eso claro, debe ir acompañado de tiempo y paciencia para aprender a utilizar el gran numero de características que posee cada modelo.
Para este tipo de cámaras puedes adquirir una gran cantidad de accesorios como flashes externos, baterías de larga duración o disparadores infrarrojos entre muchas otras cosas. Claro que para obtener el máximo provecho es necesario desembolsar una cantidad de dinero considerable. Además, son relativamente grandes, por lo que no la podrás guardarla en tu bolsillo.
En cambio, las cámaras tipo “point and shoot” (apunta y dispara), es decir, las más económicas, son fáciles de transportar y atractivos a la vista. Los puedes adquirir incluso en diferentes colores. Estas cámaras están diseñadas para facilitar su uso, como su nombre lo indica, se trata únicamente de apuntar a tu objetivo y oprimir el botón que tomará la imagen, nada más sencillo.
A pesar de esta simpleza, algunas cámaras te permiten manipular algunas características que usualmente encontramos en los modelos profesionales. Pero además cuentan con opciones intermedias, es decir, modos de tomar las fotografías que están predeterminados y a los que se pueden acceder rápidamente, como el caso de fotografías en la playa, acercamientos, retratos o imágenes nocturnas. También ofrecen la posibilidad de seleccionar el ISO, es decir, la sensibilidad a la luz que tendrá la fotografía, así como permitirnos ajustar la exposición. Todo esto mediante una serie de opciones en un menú desplegable que se consulta en la pantalla del aparato.
Al contar con menos control sobre lo que se fotografiará en los modelos económicos, significará que estas imágenes se tomaran en algo más de tiempo, esto es uno de los puntos débiles a la hora de tomar imágenes en situaciones de mucha acción, y lo más engorroso, el tiempo en que se tardan en captar la foto después de que se oprime el botón pude llegar a ser frustrante.
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