¡Por fin han llegado las vacaciones! Vas al Canadá para visitar a un antiguo compañero de habitación de la universidad. Mientras haces cola en el aeropuerto para facturar el equipaje y sueñas despierto con el próximo reencuentro, una sonora discusión de la pareja que te precede en la fila te hace regresar a la realidad.
Discuten a voz en grito sobre quién tenía la responsabilidad de traer los billetes. Mientras se dirigen a la puerta de salida, te sumerges de nuevo en tu sueño hasta que el empleado anuncia: «El siguiente por favor»
Es tu turno. Depositas el billete en el mostrador y el empleado te pide el carnet de identidad, el permiso de circulación o cualquier otra identificación. ¡Oh, no! Llevabas la cartera en el bolsillo y ha desaparecido. Hurgas en la bolsa, pero tampoco está allí. ¡Menuda situación! Piensas «He perdido la cartera; ¿qué voy a hacer ahora?»,
No has advertido que la pareja que discutía y el tipo que estaba detrás de ti en la cola son los responsables del robo. Adiestrados en el innoble arte del carterismo, estos delincuentes profesionales han utilizado el elemento distracción para hacerse con tu cartera y tu pasaporte en cuestión de segundos. ¿Qué deberías hacer en un caso como éste? En primer lugar, echaremos un vistazo a cómo cometen el delito los carteristas para saber cómo puedes burlarlos.
El carterismo es uno de los delitos más antiguos y más comunes en el mundo, y desde luego no parece mostrar la menor tendencia á desaparecer a corto plazo. Más habitual en las áreas metropolitanas, los carteristas acechan a sus víctimas en las zonas densamente pobladas y en las que existe una frenética actividad. Lugares tales como aeropuertos, estaciones ferroviarias, andenes del metro, cines, teatros y desfiles proporcionan un sinfín de oportunidades a los carteristas. Cualquiera puede serlo: hombres, mujeres, niños; no existe ningún límite de edad ni tienen un «aspecto» típico. Algunos de los que tienen más éxito en su cometido van muy bien vestidos; incluso parecen hombres y mujeres de negocios.
Casi siempre suelen trabajar en grupo y emplean diversas técnicas para distraer a sus víctimas para que no adviertan cómo su ligerísima mano se introduce en el bolsillo y se apodera de sus objetos de valor. Veamos algunas de estas tácticas:
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Dos o más personas inician algún tipo de altercado, mientras un tercero se encarga de sustraer subrepticiamente una cartera y/o las joyas de la víctima («víctima fácil»).
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El carterista tiene un encontronazo «accidental» con la víctima, al tiempo que le roba la cartera.
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El delincuente simula haber perdido algo, tal vez una lente de contacto o cualquier otro objeto difícil de distinguir, y comete el robo mientras la víctima intenta ayudarlo en la búsqueda.
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Un niño se aleja corriendo de su exasperado padre, refugiándose detrás de ti. Cuando el padre empieza a discutir contigo, el pequeño te sustrae sigilosamente los objetos de valor.
Los carteristas profesionales son ágiles e inteligentes, y detectan enseguida a las víctimas fáciles incluso entre una gran multitud. Sin embargo, existen algunas precauciones que puedes tomar para burlarlos:
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Vigila a tu alrededor y sospecha de quien invada tu espacio personal.
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Los hombres deberían llevar la cartera en la parte más segura de su atuendo, como por ejemplo un bolsillo delantero de los vaqueros, con la mano dentro del mismo, sobre la cartera.
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Las mujeres con bolso deberían llevarlo cruzado sobre el cuerpo, con el bolso delante y las manos protegiendo siempre la abertura.
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Si es posible, guarda el dinero en un lugar diferente a las llaves, pasaporte, el permiso de conducir o el carnet de identidad.
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Guarda los billetes separados de las monedas y ten billetes pequeños a mano para no hacer una exhibición de todo el dinero que llevas encima al pagar.
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No lleves más dinero o tarjetas de crédito de las necesarias.
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Viste con ropa informal que se confunda fácilmente con la del resto de la gente.
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Lleva las mínimas joyas posible, pues llaman la atención de los indeseables.
Incluso los más precavidos pueden ser objeto de un robo de vez en cuando.
Imagina que alguien se las ingenia para sustraerte la cartera. Con algunas tácticas muy simples puedes reducir al mínimo las pérdidas:
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Guarda un registro en casa, o en cualquier otro lugar seguro, de todas las tarjetas de crédito y cartillas de ahorro que llevas en la cartera. Lo mejor es sacar fotocopias y anotar el número de teléfono de emergencia en cada una de ellas.
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Confecciona un registro actualizado de tus gastos para poder compararlo, si es necesario, con tus compras recientes en las tarjetas de crédito.
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No lleves nunca la cartilla de la seguridad social en la cartera.
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No guardes los números de identificación personal o códigos de acceso en la cartera o en el bolso.
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No imprimas el número de la cartilla de la seguridad social o del permiso de conducir en tus cheques.
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Solicita informes de emergencia en las oficinas de crédito correspondientes y confecciona un listado de sus números de teléfono gratuitos de atención al cliente en caso de fraude.
Si te han sustraído la cartera, deberás realizar lo siguiente lo antes posible, preferiblemente en un período de veinticuatro a cuarenta y ocho horas:
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Presenta una denuncia en la policía de la zona en la que se ha producido el incidente.
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Cancela todas las tarjetas de crédito que llevabas en la cartera.
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Notifica a tu banco que te han sustraído el talonario de cheques, las tarjetas de crédito y las cartillas de ahorro.
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Ponte en contacto con las oficinas de crédito para que emitan un informe de emergencia.
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Notifica a la policía y a la Jefatura de Tráfico correspondiente la sustracción del carnet de identidad y del permiso de conducir, respectivamente.
El fraude de identidad constituye un problema cada vez más frecuente.
Cuando alguien se ha apoderado de tu permiso de conducir o de la cartilla de la Seguridad Social y de algunas tarjetas de crédito, resulta bastante fácil que el delincuente asuma tu identidad para obtener dinero a crédito y realizar compras.
Envía una nota a las oficinas de crédito haciendo constar que te han sustraído la cartera, que has presentado una denuncia policial y que si alguien está intentando obtener dinero a crédito o realizar grandes compras utilizando tu nombre, se sirvan ponerse en contacto contigo para proceder a la oportuna verificación.
Con estos métodos te resultará más fácil evitar tener que hacerte cargo de las facturas que ha generado el suplantador de tu personalidad.
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