La escalera mecánica transporta a las personas sin que se tengan que mover, ya que los peldaños se mueven mecánicamente. La dirección del movimiento (hacia arriba o hacia abajo) puede ser la misma permanentemente o bien controlada por empleados de acuerdo con el horario del día o controlada automáticamente, o sea, una persona que llega a la escalera mecánica por el piso de abajo haría que la escalera se moviera para arriba, y viceversa, una persona que llega a la escalera mecánica por el piso de arriba haría que la escalera se moviera para abajo. En este caso, el sistema es programado para que el sentido de la escalera no pueda ser revertido mientras que una serie de sensores detectan que hay personas usando la escalera mecánica.
Las normas de seguridad actuales son muy rigurosas a fin de evitar accidentes en el uso de éstas máquinas. Para minimizar la posibilidad de atrapamientos, fundamentalmente en la zona de pasamanos y en las salidas al exterior, se instalan mecanismos de seguridad que detienen de forma inmediata el funcionamiento al detectar presencia del usuario. También el diseño se ha visto influido de manera progresiva por las medidas de seguridad y ya se contempla desde el inicio formas y medidas que eviten la accesibilidad de las personas a zonas de peligro. se debe diseñar de acuerdo al lugar de donde vaya a ser colocada, ya que se le daria mejor vista, ya que se puede ver mejor.
La primera patente de éstas escaleras se registró a finales del siglo XIX. Cuando subimos en una de ellas podemos notar la siguiente sensación: si apoyamos el codo en el pasamanos y no lo movemos de su posición, comprobaremos que se nos ha estirado el brazo. Puede que incluso tengamos que volver a sujetarnos si es muy elevada la diferencia de velocidad entre el pasamanos y los escalones. Eso tiene una lógica: realmente existe una normativa que regula las condiciones de seguridad de las escaleras mecánicas. Dice que el pasamanos que se mueva en la misma dirección que los peldaños puede tener con ellos una diferencia de velocidad de recorrido de un 2% como máximo.
El pasamanos es comparable a una correa trapezoidal que se mueve constantemente en círculo y se impulsa por causa del rozamiento, por lo que resulta perfectamente normal que sufra un cierto deslizamiento. Esto quiere decir que el tejido de caucho con el que se fabrica el pasamanos siempre resbala un poco sobre su guía. Esto, naturalmente, es mínimo y depende de la temperatura y humedad del ambiente. Puesto que ese deslizamiento fluctúa con los factores que se han comentado, ambos componentes de la escalera no pueden mantener exactamente la misma velocidad, existirá una cierta falta de sincronización. Por eso, los fabricantes de estas instalaciones hacen que el pasamanos vaya un 2% más rápido que los peldaños para, de esa forma, evitar la situación inversa y que algún usuario pudiera caerse hacia atrás.
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