Todas las personas que conozco tienen un empleo; algunos son buenos trabajos y otros regulares. Y pienso que tú que estás leyendo esto también tienes uno. En algún momento u otro nos llega a la picazón de querer renunciar y decirle a nuestro jefe algunas verdades antes de no volver jamás.
Pero ¿qué es lo que motiva a no querer más a nuestra fuente de ingresos? ¿Es que acaso no nos gusta lo que hacemos? ¿Está seguro de desear pasar los próximos años haciendo algo que odias?
Por supuesto que una buena razón para no dejarlo puede ser la cantidad que recibes en tu cheque quincenal, pero permite decirte que: Si no dejas el trabajo que aborreces, entonces te perderás de años y años de diversión al no realizar algo que de verdad sea de tu agrado.
¿Por qué se deja un trabajo?
Tu trabajo no es lo suficientemente desafiante.
Una gran cantidad de personas prefieren evitar la fatiga; se limitan a un puesto de trabajo que les permita pasar la vida sin preocupaciones pero sin retos a vencer. Tienen miedo de descubrir de lo que son capaces y de enfrentarse con lo desconocido. Estos individuos le temen a la responsabilidad y es causa de que nunca se les reconozca logro alguno. Si tu no eres de estos, tu lugar de ensueño puede estar esperándote en otra parte.
No te gusta la gente con la que trabajas.
Si esperas demasiado de las personas por lo general te decepcionaran. A medida que tu nivel de productividad personal aumente, será muy difícil mejorar los resultados si las personas que te rodean no se sienten entusiasmadas de igual forma. En todo trabajo, las personas tienen roces personales (somos humanos y somos conflictivos), pero si al ir a trabajar ya no soportas a los que conviven contigo, entonces es hora de pensar seriamente en la retirada.
No estás satisfecho financieramente
¿Estás satisfecho con tu cheque de pago? ¿Sabe cuantas personas desearían tenerte trabajando con ellos? ¿Sabes si alguien necesita de ti y está dispuesta a pagarte algo extra? Si bien el dinero no es la clave de la felicidad, es bueno saber si la “otra” empresa estaría dispuesta a pagar una cantidad adicional por hacer la misma cosa.
No hay oportunidades de ascenso.
¿Estas cansado de hacer lo mismo una y otra vez? En la actualidad existen muchas empresas que son como el campo de amapolas de “El mago de Oz”. Cuando te internas en este campo de amapolas, sientes que todo es lindo y bello, tienes pensamientos agradables y en general te la pasas muy bien. Pero cuidado, es una trampa mortal, en realidad los viajeros del camino amarillo quedan atrapados en un limbo y a menos que salgan de ahí, estarán condenados a muerte. En las empresas modernas todo está muy limpio, existe una relación excelente con los superiores, se organizan fiestas muy amenas con el personal, hay muchas prestaciones inigualables y muchos otros beneficios. Pues bien, son un campo de amapolas que te hace creer en los dulces sueños y cuando menos te lo esperas ya han trascurrido varios años y sigues en el mismo lugar en dónde iniciaste. Avívate, sal del letargo y huye inmediatamente.
Así que no importa cual de estos puntos de vista tengas rondando por tu cabeza, nunca serás realmente feliz con un trabajo que no te motiva lo suficiente. Estoy seguro de que es más que obvio lo que se debe hacer en una situación como esta.
Entonces ¿Cuántos de estos casos se aplican a ti? Si son más de dos entonces es hora de ir buscando un nuevo empleo, o mejor aun, planifica para iniciar un negocio por tu cuenta.
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