El dicho de que cada siete años se renueva enteramente nuestro cuerpo carece de fundamento. Casi todas las partes de nuestro cuerpo, excepción hecha del esmalte de los dientes y de la parte de los huesos, se está renovando de continuo, porqué la materia que los constituye se desgasta y es reemplazada por otra nueva.
He aquí una de las razones por las cuales tenemos que alimentarnos. Podemos decir y es verdad que, en cierto modo, morimos cada día y nos reconstruimos de nuevo gracias al alimento que ingerimos.
Si fuese posible marcar todas las moléculas de las materias con que nos alimentamos y todas las que en cierto momento constituyen nuestro cuerpo, veríamos que casi toda la materia que constituye el cuerpo humano se renueva por completo en un periodo mucho menor que siete años. Sucede que desde la antigüedad el número siete es un número mágico y la interpretación que se le ha dado a este cambio está relacionada con la superstición, más que con un hecho científicamente comprobable.
Aunque si alguna vez te has hecho está pregunta, posiblemente te haya surgido la duda de que si la piel cambia ¿cómo es posible que las cicatrices permanezcan? La razón es que la forma del cuerpo subsiste, aunque la materia que lo constituye se renueve. La sustancia que forma las células de nuestro cerebro se renueva, pero esto no es un obstáculo para que recordemos osas que acaecieron hace mucho tiempo. Por otro lado, ciertas partes del cuerpo se elaborar en otro lugar y son impulsadas hacia arriba o hacia abajo para que surtan un efecto temporal y desaparezcan después. Los cabellos, por ejemplo, pertenecen a esta clase.
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