Cerca de donde vivo tiene su taller un herrero… bueno, no es el único… pero del que me refiero tiene una gracia… un pasatiempo más bien… que le deja además ingresos; de los deshechos de metal que tiene, fabrica parrillas para asar de lo más diverso. De todos tamaños y formas, de tanques de gas inservibles, de pedazos de autos viejos, de maquinaria agrícola que ya no sirve… de cualquier pieza de metal grande moldea, suelda (o solda, no se como se diga) elabora un asador.
Mi esposa quería uno para la casa… grande, en donde se pudieran poner al mismo tiempo la carne, las cebollas, las salchichas y las papas… Y yo le hice ver que, primero: no hay espacio suficiente para uno de esos y, segundo… que son muy caros… Y como ya viene la cuesta de enero, es mejor guardar los recursos extras de ésta temporada y prepararnos para el desajuste de la cuesta que se avecina.
Y… dio la casualidad que el herrero tenía unos asadores muy pequeños y a muy buen precio… de muy buen material.. no como los de las tiendas departamentales, que sólo sirven una o dos veces y luego a la basura. Éste está ideal para llevárselo a la playa, o para usar durante esos días de lluvia en la cochera con medio techo, o para irse al área verde de la cuadra.
Si… me gusta el nuevo asador…
El único pero es que el herrero es un malhecho… digo… mis respetos para su trabajo y su ingenio, pero los acabados están de la chingada… no me queda más que darle una manita de gato en la casa con la lima y el cepillo de metal. Pero eso si… vamos a estrenarlo con una carne asada, unos tacos de harina, unas papas asadas con jamón mantequilla y queso y pollo asado… todo para recibir el año nuevo…
¡Ah! Y por cierto… Próspero año nuevo para todos ustedes.