Yo no creo en los horóscopos, porque los acuarios somos escépticos.
¿Acaso eres de los que leen los horóscopos? De ser así, permíteme decirte que estás desperdiciando tu tiempo. ¿De verdad crees que la mitad de más de mil millones de personas en el mundo van a tener el mismo día que tú? Porque tu horóscopo no es precisamente algo personalizado, ya que se aplica a casi una doceava parte de la población mundial.
Las personas que escriben los horóscopos se valen de trucos para hacerte creer lo que te dicen. Creemos en los test de personalidad, aunque no se apliquen realmente a nosotros.
Un famoso experimento llevado a cabo en 1948 por el psicólogo Bertran R. Forer en donde les proporcionó a sus estudiantes un test de personalidad, y luego les dio a todos exactamente los mismos resultados (los cuales había elaborado a partir de lo que decían los horóscopos). Los resultados más o menos decían esto:
Tienes la necesidad de agradarles a otros; tiendes a ser crítico de ti mismo, aunque posees algunas debilidades en tu personalidad, eres capaz de compensarlas. Posees unas capacidades extraordinarias que no utilizas y que podrían beneficiarte. Aunque pareces disciplinado en el exterior, puedes ser inseguro en el interior. A veces tienes serias dudas en cuanto a si has tomado la decisión correcta o si has hecho lo adecuado. Prefieres sólo una cierta cantidad de cambios a la vez, y te sientes insatisfecho cuando te acorralan las restricciones. Te sientes orgulloso de pensar diferente a los demás y no aceptas las declaraciones de otros sin pruebas satisfactorias. Encuentras desfavorable ser demasiado franco con otros. A veces eres extrovertido, amigable, social, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser poco realistas.
A los estudiantes se les pidió que calificaran la precisión del perfil de personalidad del 1 al 5, en donde 5 es la calificación más exacta. ¿Y saben qué? La calificación promedio fue de 4.26, a pesar del hecho de que cada estudiante había recibido exactamente la misma calificación. Eso se ha dado a llamar el efecto Forer, y ha sido confirmado por varios estudios desde 1948.
Así que si tienes uno de esos llaveros que dicen como es tu personalidad según tu signo del zodiaco… te está mintiendo.
Solemos darle demasiada importancia a las coincidencias. Podrías pensar al leer esto que “pero si mi horóscopo se ha hecho realidad en varias ocasiones”. Y bueno, me temo que eso es sólo un ejemplo de validación subjetiva, lo que significa que reúnes una serie de coincidencias y les asignas un significado incorrecto. Esto sucede especialmente cuando es algo que tiene un significado especial para ti: cuando quieres que sea más que una coincidencia.
Míralo de ésta manera; ¿Alguna vez te ha pasado que al escuchar que suena tu teléfono deseas que el que llame sea alguien en particular… y resulta que es así? ¿Impresionante verdad? Pero ¿Qué pasa con todos esas veces que pensábamos que sería esa misma persona… y no lo era. Es probable que todas esas ocasiones se te olviden.
Los horóscopos utilizan esas coincidencias y te las presentan en oraciones vagas y llenas de múltiples generalizaciones; declaraciones que podrían intercambiarse, reinterpretarse y aplicarse a cualquier asunto cotidiano como las finanzas, los amores, los viajes… Te plantean soluciones rápidas y tu cerebro encuentra placentero que le hagan el trabajo fácil.
Hay quienes no desean reflexionar ni un poco sobre las situaciones que les plantea la vida, y prefieren seguir estos consejos, a modo de instrucciones que consultan de manera regular. Son, en todo caso, parte de un entrenamiento, siendo el que escribe los horóscopos el capacitador invisible.
Las indicaciones que dan son lo suficientemente vagas para servir en cualquier época del año y no importando el género de quien lo lea.
Y es ese carácter de instrucciones lo que te puede estar saboteando. Si te indican que tienes que comprarte algo frívolo, seguramente gastarás en algo que no necesitas realmente, y no te detendrás a pensarlo dos veces ya que así te lo indicaron que lo hicieras. Y es que casi nadie posee la capacidad y la autodisciplina necesaria, y un horóscopo puede ser lo que haga falta como excusa.
Por ello, al hacer caso a tu horóscopo podría estar saboteándote. Tal vez pienses que eres una persona malhumorada porque se supone que los de tu signo deben ser así, y eso te impide lidiar con tu actitud y no intentas modificarla. O quizás seas tímido, y no puedes dejar de serlo porque tu horóscopo así te define, y por ello no haces el esfuerzo por superarlo.
Ninguno de nosotros está “marcado” por nuestras debilidades; todos podemos ser mejores, romper con los malos hábitos y desarrollar nuevos y buenos. En vez de leer los horóscopos, encuentra alguna lectura que verdaderamente valga la pena.
¿Qué piensas acerca de los horóscopos? Si estás de acuerdo conmigo, o crees que soy un idiota, házmelo saber en tu opinión en los comentarios.
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