Internet está poblado de páginas en construcción que quedaron a medio terminar, estructurada por los fantasmas en forma de páginas en caché, blogs evacuados a toda prisa, sitios en Myspace olvidados y albums de Flickr que ya nadie actualiza. Todos desfilan como zombies virtuales que lucen exactamente igual como el día que los olvidaron.
Pero las páginas sin uso no son los únicos seres "no vivos" en la red, también abundan las páginas que las personas crean para recordar a un ser querido que ya ha fallecido; los adornan con fotos de los difuntos y de sus objetos personales; piden que les dejen algún comentario y que los recuerden en sus oraciones. Nos cuentan la historia de su vida y la fecha de su muerte. Estas mortajas digitales convierten al Internet en un gran cementerio cibernético.
Abundan por igual o incluso en mayor número las páginas dedicadas a las mascotas que ya no están entre nosotros. Perros, pájaros, tortugas, gatos y demás animalitos que nos hicieron compañía y nos dieron momentos felices, muchos son recordados en innumerables sitios
Y aun más inquietante que lo anterior es saber que la red proporciona un medio ideal para usurpar el "yo". Criaturas en forma de blogs, pretenden hacerse pasar por humanos sin la necesidad de poseer inteligencias artificiales, basta con que los usuarios crean que el creador de un sitio sigue vivo para que le dejen sendos comentarios en la espera de que sean respondidos. El dueño puede llevar ya 20 años de muerto, pero sigue recibiendo comunicados.
Se supone que la tecnología sería la enemiga la superstición en el siglo XXI, pero no es así. En la red podemos alimentar nuestro morbo sobre todo tipo de seres bizarros como: brujas, momias, hombres lobo, gnomos, pies grandes, rostros en marte, ovnis, fantasmas... Proveen a nuestro ser primitivo del miedo suficiente para mantenernos entretenidos por unos cuantos siglos más. Lo paranormal atrae y vende; los incautos nunca satisfacen su hambre de eventos paranormales.
Resulta más entretenido ver la imagen de un supuesto fantasma en algún camposanto, que tratar de comprender cómo es que una máquina puede emitir un ultrasonido y mostrarnos a un bebé en gestación, nos fascina lo que no comprendemos y nos complace ser ignorantes.
Hemos llegado al punto de aceptar y distribuir imágenes de la vida cotidiana como radiografías, termogafías, ultrasonidos, resonancias magnéticas y tomografía axiales computarizadas, y aun asi creer en ovnis y espectros. Nuestras mentes primitivas se aferran en ver en las imágenes mal tomadas a los seres del otro mundo, la necesidad de saber que hay en el mas allá nos empuja a alimentar esa fantasía con imágenes, sonidos e historias de muertos.
Las nuevas tecnologías nos permiten analizar esas imágenes y descubrir fácilmente los engaños, pero también impulsado nuevos tipos de fraudes visuales y auditivos. Casi todo el mundo tiene en sus bolsillos una cámara digital o alguna manera de grabar video de calidad aceptable, pero seguimos viendo las fotos de ovnis y fantasmas con la misma pésima calidad.
Qué es lo que busca la gente en la red sobre lo paranormal:
Los círculos de los cultivos
Los secuestros de extranjeros.
Al chupacabras
Las apariciones de la Virgen María
Imágenes de ángeles llorando
Dinosaurios que aun viven
Figuras de demonios en los incendios
Los misterios de Atlantis o de la Isla de Pascua
La reencarnación o las experiencias cercanas a la muerte.
Los crédulos utilizan los más diversos argumentos contra los escépticos y ganan fácilmente una gran cantidad de adeptos. Cientos o tal vez miles de páginas recopilan estas fotos trucadas y se las sirven en páginas alarmantes con títulos rimbombantes, la mentira es cálida y hermosa. ... la verdad es fría y mucho más aterradora.