Menos asesinatos, tasas de suicidio más bajas y menor riesgo de contraer Alzheimer... ¿podríamos tener todos estos beneficios si se añadiera litio al agua potable?
Imagina un futuro en el que nuestra salud, comportamiento y estado de ánimo estuvieran determinados por elementos químicos en nuestra agua potable. Podrá sonar como algo salido de Un mundo feliz, pero la idea quizá, no sea tan descabellada: en Escocia, los científicos investigan si el litio en el suministro de agua pudiera tener un 'efecto antisuicidio. Exacto, más beneficios por beber agua.
El estudio surge del hecho que el litio es un conocido estabilizador del ánimo. De hecho se usa en psiquiatría para tratar el trastorno bipolar.
Desde que se descubrieron sus propiedades terapéuticas en 1949, se reduce a la mitad el riesgo de suicidio en pacientes con problemas de salud mental. Pero el argumento, ahora, es que todos podríamos beneficiarnos si bebiéramos más litio. Aunque no se sabe bien cómo funciona este elemento, la mayoría de los expertos piensa que fortalece las conexiones de las células nerviosas en las partes del cerebro asociadas con la regulación del ánimo y el comportamiento. Como resultado, reduce los síntomas de la manía, el comportamiento impulsivo y la depresión. Algunos científicos llegan más allá y afirman que también sana daños a los nervios y protege contra la aparición de la demencia. Es por eso que ahora los científicos están analizando si una exposición diaria a pequeñas cantidades de litio pudiera ser benéfica para la salud no sólo de quienes ya padecen de depresión, sino para la población en general. La mayoría de nosotros ya hemos estado expuestos a alguna cantidad de litio, ya que se produce naturalmente en el agua corriente. Pero aún en zonas con niveles ambientales altos, esto sólo se traduce en alrededor de 2 mg por día, mientras que las dosis terapéuticas comienzan a partir de 300 mg diarios.
En Escocia, el Dr. Daniel Smith, lector de salud mental en la Universidad de Glasgow, verifica los niveles de litio por código postal, como se indica en el Scottish Water y los compara con los datos de intentos de suicidio por zona, como se indica en la Encuesta de Salud de Escocia. Se anticipa que las tasas de suicidio serán menores en las zonas en las que el contenido de litio en el agua potable sea más alto, y viceversa. Si esto se comprueba, algunos podrán pedir que se agregue este oligoelemento al agua corriente de manera activa con el objetivo de mantener la estabilidad emocional en aquella nación. Algo que podría poner a pensar a los demás países.
Sin embargo, la idea de que los gobiernos modifiquen el agua sigue siendo polémica. De hecho, uno de
los investigadores que participan en el estudio escocés, el profesor Allan Young, quien es director del Centro de Trastornos Afectivos en el Instituto de Psiquiatría de Londres, ha recibido amenazas de muerte desde que comenzó a estudiar el impacto del litio ambiental en nuestro bienestar. Esto a pesar de que agregar elementos químicos en el agua potable no es algo nuevo.
La fluorización del agua para prevenir las caries dentales data de la década de 1940. Actualmente, la mayoría de los estadounidenses beben agua con flúor. Otro ejemplo es el Reino Unido, aunque allí únicamente 10 por ciento de los ciudadanos reciben agua fluorizada. Sin embargo, el departamento de Salud Pública de Inglaterra publicó recientemente un informe en el que se mostraba que hubo 28 por ciento menos caries en niños de cinco años y 21 por ciento menos en niños de 12 años en esas áreas.
Asimismo, también hubo menos casos de cálculos renales y de cáncer de vejiga.
SPAS Y REFRESCOS
El concepto de que el litio en el agua pudiera ser un elemento curativo es anterior al del flúor. Entre 1785 y 1949, las aguas ricas en litio de los spas en Pitkeathly Wells en Perthshire, Escocia, fueron famosas por tratar cuestiones de salud y 'problemas nerviosos': Mark Twain y Teodoro Roosevelt visitaban los manantiales Lithia Springs en Georgia. Estados Unidos, por sus poderes curativos.
También se solía añadir “agua litina”: rica en sales de litio, a muchas bebidas populares, supuestamente por los beneficios a la salud. Una de éstas era el "Bib-Label Lithiated Lemon-Lime Soda'; que posteriormente se cambió por 7-Up (supuestamente el litio proporcionaba la sensación de energía (up) y el '7', posiblemente representaba su masa atómica). En la década de 1940, el litio se eliminó de las bebidas comerciales ante la preocupación de su posible toxicidad y debido a los cambios en la reglamentación de la industria de las bebidas. Posteriormente, tras el descubrimiento de sus beneficios psicotrópicos, el litio ha estado reservado a la comunidad psiquiátrica.
Sin embargo, en 1989, se publicó en Estados Unidos un artículo científico llamado 'Litio en el agua potable y la incidencia de crímenes, suicidios y arrestos relacionados con la drogadicción' Los investigadores llevaron a cabo el análisis del nivel de este elemento en el agua de 27 condados en Texas. La zona que contenía el nivel más alto de litio reportaba casi 40 por ciento menos suicidios que la zona con el nivel de litio más bajo. Además, los condados con los niveles más altos de litio en el agua también tenían una disminución estadísticamente significativa en la incidencia de homicidios y violaciones.
En 2009, en un estudio observado-nal de Japón también se reportó que una mayor cantidad de rastros de litio en el suministro de agua tenía una correlación directa con la disminución en las tasas de suicidios. En Austria, en 2011, los resultados fueron similares. Los investigadores tomaron una muestra a escala nacional de 6,460 medidas de litio y las analizaron buscando su relación con las tasas de suicidio en los 99 distritos austriacos. Los resultados de nuevo mostraron una relación inversa: entre más litio en el agua de un distrito había menos suicidios. Este dato permaneció como significativo todavía después de que se ajustaron los datos con factores socioeconómicos. Los investigadores concluyeron que hasta de 4 a 15 por ciento de la variación en las tasas de suicidio del país se podía atribuir a diferentes niveles de litio en el suministro de agua a nivel regional.
¿PUEDE PREVENIR LA DEMENCIA?
El profesor Young piensa que el litio ambiental también puede proteger contra la demencia. Por eso, le gustaría llevar a cabo investigaciones en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, que tiene los niveles de litio más altos en las aguas superficiales; en algunos casos, los niveles son similares a las dosis terapéuticas. La población local ha estado expuesta a esta agua rica en litio durante toda su vida.
"Este tipo de exposición pudo haber tenido consecuencias estructurales y funcionales significativas que todavía no se han estudiado"; dice el profesor Young. "Si el litio es un gran neuroprotector, una exposición ambiental a largo plazo puede reducir la degeneración relacionada con la edad y hasta prevenir el desarrollo de padecimientos, como la enfermedad de Alzheimer':
Varios estudios, tanto de observación como con animales ya han sugerido que los niveles terapéuticos de litio pueden ayudar a prevenir la demencia. En un estudio danés con pacientes bipolares, el tratamiento continuo con litio se asoció con una disminución en la tasa de demencia. Una característica del Alzheimer es la acumulación de placas de proteínas en el cerebro (una de ellas llamada 'tau'), que hace que las células nerviosas mueran. El litio parece proteger contra esto.
Simon Lovestone, profesor de neurociencia en la Universidad de Oxford, explica: "Una de las enzimas que añade fosfatos a la proteína tau se llama glucógeno sintasa quinasa 3 (GSK3); el litio inhibe la GSK3, por lo tanto, podría reducir su fosforila-ción, lo que modificaría la evolución de la enfermedad o, quizá, prevendría el Alzheimer. Existe evidencia en estudios con animales de que esto puede ser posible':
Sin embargo, él no aboga por usar litio en la población en general. "Este elemento tiene un rango terapéutico bastante estrecho yes altamente tóxico; a niveles altos se asocia con insuficiencia renal': dice. "Sería inaudito considerar que se administrara en rangos terapéuticos a personas que no tuvieran una razón para tomarlo':
Sin embargo, los defensores del litio dicen que se deberían de llevar a cabo ensayos para ver si el litio a niveles más bajos proporciona protección contra la degeneración neuronal y la infelicidad.
Idealmente al profesor Young le gustaría llevar a cabo una investigación en Chile, donde existen dos valles, uno junto al otro, que son similares en todo menos en la cantidad de litio. Le gustaría ver las tasas no solamente de suicidios, sino también de demencia y realizar escáneres cerebrales para ver si quienes han estado expuestos a niveles más altos de litio tienen más materia gris que los de las zonas con dosis más bajas. Pero esta posible mina de oro de datos no se ha podido aprovechar porque no se ha logrado encontrar financiamiento. "La gente no se emociona con el litio porque ni se puede patentar ni genera dinero': dice el profesor Young.
LOS PRIMEROS DÍAS
Quizá los resultados del estudio escocés (que saldrá en 2016) cambien el modo de pensar de la comunidad científica en general en cuanto al litio. Tal vez un día se le añadirá a nuestra agua potable, como el flúor en EUA. Pero hasta el momento, aún los defensores de esta idea tienen sus dudas. El Dr. Daniel Smith dice que hoy día no hay un solo lugar en el mundo en el que se agregue litio al agua para beneficiar la salud pública. Aunque los resultados revelaran que el litio protege contra el suicidio, dice, todavía se necesitarían investigaciones adicionales antes de que los resultados pudieran tener un impacto en la política a seguir.
De la misma manera, el profesor Young dice que hay que vencer "muchos obstáculos científicos" antes de que una idea como ésta fructifique. "Sin embargo, deberíamos seguir con los estudios científicos': dice. `Deben realizarse más trabajos sobre el impacto del aumento del litio ambiental. Si no fuera posible poner litio en el agua potable se podría administrar en dosis mucho más bajas y estudiar a las personas durante un periodo de tiempo prolongado. Si se redujera la demencia, el beneficio para la gente y el ahorro potencial para la sociedad sería enorme. Esto tiene importancia en lo relacionado con la salud cerebral, el envejecimiento y el suicidio. Me sorprende bastante que no se haga un gran esfuerzo de investigación sobre este tema':
Actualmente, las posibilidades de que el agua litina se convierta en algo tan común como lo era hace 50 años parecen ser escasas. Sin embargo, con los reportes de la Organización Mundial de la Salud de 7.7 millones de casos nuevos de demencia al año y con un millón de personas que mueren anualmente por suicidio, el argumento de que al menos se haga la investigación resulta persuasivo.
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