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¿Por qué es tan famosa la vainilla de Papantla?

En primer lugar, porque la orquídea que la produce es originaria de la zona comprendida en ese municipio de Veracruz, donde coinciden el clima, la altitud, la temperatura y la polinización por la abeja mexicana Melipona beechi. En segundo, porque la que se produce en otros países del mundo (después de la conquista de México) no tiene las mismas cualidades de aroma y sabor, que se explican por la combinación de la vainillina (2% de la fórmula) con 500 diversas sustancias como alcoholes, aldehídos, ésteres y oleorresinas. Los extractos comunes que se venden en los autoservicios no son genuina vainilla, sino sucedáneos sintéticos elaborados con coniferina, una resina que se obtiene a partir de las coníferas.

¿Hay caramelos con insectos comestibles?

Sí. La compañía estadounidense Hotlix produce una variedad de golosinas que incluyen insectos mexicanos: paletas de caramelo con un gusano en el interior, dulces con grillos o chapulines, bolsas de gusanos sazonados (sabor a salsa barbecue, queso Cheddar y picante), chapulines tostados con distintos condimentos, palanquetas de hormigas y diferentes criaturas (chapulines, hormigas y gusanos) cubiertas con chocolate blanco o común. También elaboran golosinas con forma de mariposa en cuyo interior se encuentran diferentes insectos y flores comestibles. Uno de sus productos más populares, sin embargo, no lleva insectos: se trata de paletas con pequeños escorpiones en su interior.

¿A qué se refiere la expresión "palo dado, ni Dios lo quita"?

Es un refrán que  apareció en nuestro país durante la época virreinal, e implica un profundo dilema teológico que quita el sueño a muchos especialistas en ese terreno: ¿Puede Dios hacer que lo que ya pasó no haya ocurrido jamás? ¿Son reversibles las acciones que se efectuaron en el lejano pasado?

¿De dónde viene el término 'juerga'?

Es un vocablo andaluz que significa "diversión bulliciosa de varias personas, acompañada de canto-baile flamenco y bebidas". Viene del latín holgare que quiere decir "descansar, estar ocioso"; de él se originaron también huelga y jolgorio. ¡Salud!

El amor en tiempos de las redes sociale

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En tiempos donde una "relación a distancia" ya no implica vivir en países distintos, sino en el norte o el sur de la misma ciudad; y cuando coleccionamos "amigos" como si fueran canicas, resulta perfectamente entendible que tengamos relaciones encarnadamente apasionadas con un teclado. El personaje del cartero, ese que se vislumbraba a lo lejos con igual dosis de ilusión que de impaciencia porque en su bandolera traía un sobre con la letra manuscrita del amado, ha sido sustituido por el foquito rojo de la Blackberry. El efecto del You've got mail (cómo olvidar la carita de emoción de Meg Ryan) se ha multiplicado con Facebook, Twitter, Skype y Messenger: la posibilidad de vivir instalada en el romance va contigo a dónde vayas, sin riesgo, in- mediato, liberador y con la fantasía como ingrediente fundamental porque puedes ser la persona que te gustaría ser y "estar" con un príncipe hecho a tu medida. ¿POR QUÉ ESTAS RELACIONES ENGANCHAN TANTO? Plat...

La belleza también crea adicción

La región implicada es la misma que se activa con la cocaína. Una cara bonita se ha revelado como algo mucho más serio que un simple recreo para la vista: Hans Breiter, del Hospital General de Harvard (EE.UU.), afirma que también crea adicción. Este neurocientífico realizó un estudio con varones heterosexuales de 20 y 30 años a los que puso frente a la pantalla de una computadora en la que aparecían rostros de mujeres. Los voluntarios podían detenerse en el que querían pulsando un botón. Al mismo tiempo, los científicos registraban su actividad cerebral. Así descubrieron que la región en la que aumentaba la actividad cuando los hombres miraban los rostros de aquellas chicas que más les gustaban era la misma que se asocia a la comida y a la cocaína.

¿Quién inventó la plancha?

Ya en el siglo IV se utilizaban artefactos de piedra, mármol o vidrio rellenos con carbón caliente para alisar la ropa. Pero la primera plancha eléctrica apareció en Francia en 1882, aunque su diseño resultaba peligroso. En el mismo año, el estadounidense Henry W. Seely solicitó la patente de una plancha eléctrica, más eficiente que la francesa, pero que pesaba unos siete kilos y tardaba muchísimo tiempo en calentarse. Además, la mayoría de los hogares no tenía acceso a la electricidad, por lo que su uso tardó bastante tiempo en generalizarse. El primer modelo con termostato fue diseñado en 1924 por Joseph W. Meyers, y en el año 1939 la plancha era un instrumento doméstico habitual.