Amadeus: La película que reinventó a Mozart para el cine
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Mozart, Milos Forman y la leyenda de Amadeus
Los orígenes de Amadeus (1984) se remontan a las tablas del teatro. Fue en Londres donde el director checo Milos Forman, entonces exiliado entre Europa y Estados Unidos, vio por primera vez la obra de Peter Shaffer en el National Theatre. Quedó tan impactado que no dudó en contactar al autor, quien ya había despertado el interés de Hollywood con anteriores éxitos teatrales.
Shaffer, consciente del potencial de su obra, accedió a reservar los derechos cinematográficos exclusivamente para Forman durante dos años. A pesar del auge de la obra en los escenarios y de nuevas propuestas, el dramaturgo cumplió su palabra. Fue hasta finales de 1982 que ambos se encerraron durante meses en una intensa colaboración creativa, que resultó en un guion cinematográfico que, aunque firmado solo por Shaffer, llevó la huella profunda de ambos artistas.
La película no pretende ser un “biopic” tradicional. No sigue al pie de la letra la vida de Wolfgang Amadeus Mozart, sino que ofrece una interpretación libre, casi fantástica, de los últimos años del compositor. Su matrimonio, los conflictos con las autoridades, los altibajos en la recepción de sus óperas, y algunos destellos de su infancia prodigiosa sirven de telón de fondo para el drama central: la relación con Antonio Salieri.
En el film, Salieri no es solo un contemporáneo de Mozart, sino un reflejo distorsionado de la mediocridad enfrentada al genio. Admiración, celos, odio y amor se mezclan en esta figura ficticia, quien confiesa desde la vejez su supuesta implicación en la caída del compositor. Una de las escenas más memorables es la de la noche final, donde Mozart, al borde de la muerte, dicta con febril lucidez una partitura a un Salieri absorto, rendido ante la magnitud de su talento.
La producción, a cargo de Saul Zaentz Company en Estados Unidos, apostó por el joven Tom Hulce para encarnar a Mozart. Su interpretación dividió opiniones: algunos celebraron su espíritu irreverente, otros lo consideraron excesivamente caricaturesco. En contraste, F. Murray Abraham fue ampliamente elogiado por su interpretación de Salieri, un papel que le valió el reconocimiento que hasta entonces se le había negado en la industria.
El reparto se completó con Elisabeth Berridge como Constanza, la esposa de Mozart, aunque su papel quedó eclipsado por las potentes actuaciones de los protagonistas. La música, por supuesto, era de Mozart, dirigida por Sir Neville Marriner y coordinada por John Strauss. A ello se sumó la fotografía de Miroslav Ondricek y el diseño de producción de Patricia Von Bradenstein, Joseph Svoboda y Theodor Pištěk, quienes dieron al film su inolvidable estética barroca.
Amadeus fue un fenómeno tanto de crítica como de taquilla. Su consagración llegó en los Premios Óscar, donde obtuvo ocho estatuillas, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor. Solo West Side Story ha superado ese récord en el ámbito del musical.
Hoy, Amadeus no solo es una obra maestra del cine musical, sino una meditación profunda sobre la envidia, el talento y el misterio del genio.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario
Siempre leo lo que me envían... de antemano te agradezco tu comentario. :D