Ya lo hemos visto en Mission to Mars, película de ciencia ficción del año 2000. Los intrépidos humanos en su segunda misión al planeta rojo tienen que salir de la nave para abordar otra que orbita cerca de ellos. Hay que flotar libremente por el vacío hasta alcanzar la otra… pero… los cálculos fallan y uno de ellos se aleja del grupo sin posibilidad de poder regresar.
Si no han visto la película, lo siento mucho… pero voy a contar cómo intentaron rescatarlo. Para empezar… el héroe no se soltó por algún accidente.
Al estar la segunda nave en una orbita diferente a la calculada, la tripulación tuvo que salir e impulsarse con pequeñas expulsiones de gas, el cual parecía no ser suficiente. El capitán decide utilizar todo el impulso restante y enganchar el cable que los sujeta en uno de los amarres de la superficie. Sale disparado a toda velocidad logrando apenas su cometido. Lamentablemente no puede sujetarse y se aleja flotando peligrosamente hacia la atmósfera. Con poco oxigeno y nada para impulsarse de regreso, su esposa se desata también e intenta ir a rescatarlo. Los indicadores le avisan que ha alcanzado el punto sin retorno y como último esfuerzo le lanza un cable con una pistola muy peculiar. ¿Saben que? En vez de usar la imaginación vamos a ver la escena.
Ah, ah, ah, ah… he aquí el primer inconveniente… ya que al parecer, por cuestiones de dramatismo, se olvidaron de lo que Newton nos decía en su tercera Ley (la cual era realmente era de su invención, ya que las otras dos ya habían sido propuestas por otros): Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto. Lo que quiere decir que la astronauta debería salir disparada en dirección contraria al gancho que le ha “disparado” a su marido.
Bueno, pero podemos suponer que la masa del astronauta serviría para que el impulso no lo arrojara con la misma fuerza que el gancho (conservación del momentum). Aún así, el cable no es lo suficientemente extenso y no logra llegar. Para evitar otro intento de rescate, el capitán le da un bello y último adiós y se quita el casco para que con su suicidio, evitar que alguien más se ponga en riesgo al intentar salvarlo (Lo de poder quitarse el casco en el vacío da para otro artículo).
Ahora bien, en caso de que algo similar ocurriese, digamos, aquí mismo, en la orbita terrestre ¿cómo sería el rescate de un astronauta que se aleja peligrosamente de la Estación Espacial Internacional, por ejemplo?
Hasta el momento no ha sucedido…. Y la Agencia Espacial Norteamericana tiene la esperanza de que nunca tengan que enfrentarse a una situación similar. Para empezar, porque los astronautas que salen de la Estación Espacial Internacional no flotan por donde les plazca. Una vez que han salido, permanecen enganchados a la Estación, o a la nave, mediante un cable especial, fabricado con acero trenzado. Si salen dos, además permanecen unidos entre sí.
Si por alguna extraña razón, y haciendo referencia a Murphy, si algo puede salir mal saldrá mal, dicho cable se rompiera o se soltara; existe un procedimiento alternativo. Con la ayuda de un SAFER, acrónimo de "Simplified Aid for Extra-vehicular activity Rescue" o para los amigos “Mochila con cohetes de propulsión a nitrógeno” que lleva cada astronauta, el mismo puede impulsarse de nuevo hacia la compuerta.
Pero como lo que puede salir mal… va a salir mal… eventualmente; imaginemos que un astronauta pierde el conocimiento o, de algún modo, no puede controlar sus propulsores.
Para empezar, no se puede contar con el brazo robot de la estación espacial, ya que usualmente no está en la misma área donde se desenvuelven los astronautas, y, aun si lo estuviera, no se mueve tan rápido como para atrapar a un humano que se aleja flotando.
Tampoco es opción el enviar una vehículo Soyuz; ya que se necesita un día entero para cargarlo y desacoplarlo. Para entonces, el dióxido de carbono ya habría matado al astronauta. Y por último, los cohetes de la estación espacial no se podrían re direccionar lo suficientemente rápido como para alcanzarlo.
.. y no, no se han colocado controles remotos en los propulsores de los jetpacks, a pesar de ser baratos.
En el peor de los casos, la única manera de rescatar a un astronauta sería si otro astronauta se ata una cuerda para ir por el que esta en desgracia, impulsándose con su jetpack. Ahora que, en el menor peor caso, si el astronauta se aleja en el ángulo adecuado podría ser interceptado por la estación espacial, en más o menos una hora, ésta lo alcanzaría.
Remedio alternativo 1: Utilizar únicamente robots para la exploración espacial, nada de humanos.
Remedio alternativo 2: Teletrasnportación (como en Star Trek, cosa bastante improbable)
Remedio alternativo: Cubrirlo todo… aquí no ha pasado nada… avance, avance.