Mediante una técnica de injertos, un profesor de arte consiguió que un mismo árbol produzca 40 tipos distintos de frutas de hueso como duraznos, ciruelas y cerezas.
La primera vez que Sam Van Aken observó cómo se injertaban ramas de árbol en otro distinto, pensó en Frankenstein y ese proceso se convirtió en su obsesión.
Sin embargo, el objetivo de este profesor de arte de la Universidad de Syracuse no era crear un monstruo, sino una obra de arte.
El 'Árbol de las 40 Frutas' es una creación suya: un mismo árbol que puede producir 4 decenas de tipos distintos de frutas con hueso, incluyendo duraznos, albaricoques, ciruelas, cerezas, almendras y mandarinas.
"Veo al Árbol de los 40 Frutos como una obra de arte, un proyecto de investigación y una forma de conservación", señaló Van Aken. La técnica consiste en cortar un injerto de un árbol que incluya un botón e insertarlo en una incisión del llamado árbol base o matriz. Se ata con una cinta en su lugar y se deja sanar durante el invierno. Si crece correctamente, la rama será podada para incitarla a crecer como una rama normal, pero se debe seleccionar una variedad arbórea que pertenezca al clima y suelo de esa región.
Van Aken ha plantado 16 de estos árboles en siete distintos estados: Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pennsylvania. "Cada espacio es único", dijo Van Aken a CNN, su último árbol será plantado en otoño en el Museo Infantil de San José, California. En su proyecto, Van Aken utiliza más de 250 variedades de frutas de hueso con distintas combinaciones hereditarias. Así también contribuye a la preservación de diversos frutos.
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