La información es la quinta forma de materia.

The Matrix exploró la idea de que el mundo en el que vivimos es en realidad solo una simulación, y que todo ha sido programado, por lo que no tenemos control sobre el resultado de nuestras vidas, en última instancia. Una vez que una persona logra escapar de la matriz tomando la píldora roja, finalmente puede liberarse de las cadenas del determinismo.

Por supuesto, la última película de la trilogía original nos mostró que incluso entonces, el resultado seguía siendo inevitable, y la simulación simplemente se repetiría hasta que, en algún momento futuro, una de las futuras iteraciones encontrara una forma de romper ese ciclo. Aun así, es una obra de ficción y un experimento mental muy elaborado imaginado.

Sin embargo, ¿qué pasaría si nuestro mundo realmente existiera de esa manera? No en el sentido de que haya un universo mucho más grande más allá de nuestra conciencia actual, y de alguna manera podamos despertar de la ilusión simulada en la que actualmente vivimos y acceder a la verdadera realidad. Pero, en el sentido de que el mundo opera de manera determinista, como una simulación.

Melvin Vopson, un físico de la Universidad de Portsmouth, cree que podría haber encontrado signos de que vivimos en una simulación. Que todo el universo se está precipitando hacia un final particular. Y él dice esto desde la perspectiva de lo que él llama "la segunda ley de infodinámica (dinámica de la información)".

Según Vopson, esta ley establece que, a diferencia de la segunda ley de la termodinámica en la que la entropía tiende a aumentar con el tiempo, la entropía de la información hace exactamente lo contrario. Si eso fuera cierto, entonces dice que a medida que pasa el tiempo, la información seguirá disminuyendo hasta tal punto que habrá una única vía o dirección hacia la que se dirigirá el universo.

Obtuvo esta idea al estudiar el virus SARS-CoV-2. Observó que las mutaciones genéticas que el virus experimentó no fueron aleatorias, lo que sugiere que es consistente con su segunda ley de infodinámica. Un experimento similar en 1972 terminó con el mismo resultado, en el sentido de que el genoma de un virus disminuyó durante más de 74 generaciones.

Si esto se demostrara verdadero, cambiaría por completo la forma en que los científicos ven la evolución y cómo funciona. En lugar de que las mutaciones o adaptaciones ocurran al azar, se volverían predecibles, porque el conjunto de información disponible ha disminuido, por lo tanto, será mucho más fácil determinar el resultado y la probabilidad de las mutaciones antes de que ocurran.

Por supuesto, la logística de tratar de demostrar esta teoría es casi imposible porque no tenemos evidencia para ello. Sin embargo, hay un experimento posible en el que se intenta demostrar que la información es materia. Por ejemplo, se puede intentar medir un disco duro antes y después del borrado de la información. Aunque, el cambio puede ser demasiado minúsculo para medirlo.

No obstante, es un experimento muy interesante de realizar. Además, el costo estimado para llevar a cabo dicho experimento es bastante económico, apenas $180,000, que los defensores de la teoría de la simulación pueden lograr reunir.

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