El fantasma del paraíso
Brian De Palma poseía ya un cierto prestigio como eficaz autor de thrillers a la manera del maestro Hitchcock, cuando en 1974 decidió escribir y rodar este disparatado musical en la órbita de la iconografía pop. El argumento es memorable. Winslow Leach, joven y desafortunado compositor-intérprete de música pop se presenta a la casa discográfica Death Records con la intención de vender su música. El malvado patrón de la discográfica, Swan, que además ha hecho un pacto con el diablo, se la robará, en una escena que incluye además la presunta muerte y desfiguración del compositor. Leach luchará por todos los medios para recuperar su música y para conseguir a la heroína, salvando de paso su alma de un pacto con las fuerzas de la oscuridad. Para ello se convertirá en el fantasma de la discoteca llamada «El Paraíso». Como se ve, el argumento de De Palma es una mezcla nada sutil de EL FANTASMA DE LA OPERA de Gaston Leroux, del FAUSTO de Goethe y de EL RETRATO DE DORIAN GRAY de Oscar...