Cómo lidiar con un amigo que solo llama cuando necesita algo

Primero, permíteme decir esto: tus sentimientos son válidos. Cuando estás invirtiendo en una amistad, ofreciendo tu tiempo, consejos y energía, y lo único que recibes a cambio son solicitudes unilaterales, es normal sentirse usado. Es como si estuvieras administrando un banco de apoyo emocional e intelectual, y tu amigo estuviera retirando fondos sin hacer ningún depósito. Eso es agotador, y no es de extrañar que estés cuestionando la amistad.

Entendiendo el desequilibrio

Tómate un momento para reflexionar. Las amistades, como cualquier relación significativa, se construyen sobre el respeto mutuo y el dar y recibir. Lo que describes no es inherentemente una mala amistad, simplemente está desequilibrada. Y ese desequilibrio no tiene por qué permanecer así. Lo primero que debes hacer es llamar a las cosas por su nombre. Te sientes explotado, y está bien admitirlo. Es posible que tu amigo ni siquiera se dé cuenta de lo unilateral que se ha vuelto la relación, especialmente si está tan enfocado en su carrera que no ve el daño relacional que está causando. Nombrar la dinámica no te hace mezquino o egoísta; te hace honesto.

Teniendo la conversación

El siguiente paso es tener una conversación. No tiene que ser confrontacional o dramática, solo clara y amable. Podrías decir algo como: “Oye, valoro mucho nuestra amistad, pero he notado que la mayoría de nuestras interacciones giran en torno a consejos de trabajo. Me encanta ayudarte, pero también me gustaría saber más sobre tu vida fuera del trabajo y compartir lo que está pasando en la mía”. Esto abre la puerta para recalibrar la relación. Le da la oportunidad de ver lo que ha estado faltando y hacer ajustes si también valora la amistad.

Reflexiona sobre el tipo de amigo que quieres ser

También es importante reflexionar sobre el tipo de amigo que quieres ser. Las relaciones no se tratan de llevar la cuenta, pero tampoco deberían dejarte sintiéndote agotado o subvalorado. Si sientes que retener información es la única forma de protegerte, eso es una señal de que la amistad podría no estar dándote lo que necesitas. Y aquí hay una pregunta difícil que debes hacerte: ¿estás manteniendo esta dinámica porque esperas algún tipo de beneficio profesional o validación de él? Si es así, es hora de ser honesto contigo mismo sobre lo que realmente quieres de esta relación y si vale la pena el esfuerzo que estás invirtiendo.

Establece límites saludables

En última instancia, los límites son tu mejor aliado aquí. Los límites no se tratan de construir muros, sino de establecer barreras protectoras para cuidar tu tiempo, energía y salud emocional. Si tu amigo solo se comunica contigo para pedirte consejos laborales, no tienes que dejar todo para responder de inmediato. Puedes tomarte tu tiempo o incluso decidir no responder. Eso no te convierte en un mal amigo; te convierte en alguien que se valora a sí mismo.

Mereces amistades recíprocas

Al final del día, mereces amistades que sean ricas, recíprocas y basadas en una conexión genuina, no solo en intercambios transaccionales. Al ser honesto contigo mismo y con tu amigo, estás dándole a la relación la oportunidad de reequilibrarse o dejándola desvanecerse si ya no te está sirviendo. De cualquier manera, estás eligiendo la integridad y el respeto propio, y esa siempre es la decisión correcta.

Tú puedes hacerlo. Sé amable, sé claro y confía en tus instintos. Si has pasado por una situación similar o tienes algún consejo que compartir, déjanos un comentario. ¡Nos encantaría escuchar tu experiencia!