¿Porqué se abren y se cierran las flores?

La apertura y el cierre de las flores se producen por distintos estímulos; luminosidad, temperatura, etc. Son numerosas las flores sobre las cuales los rayos solares actúan como estimulante en los procesos de apertura y de cierre.

La mayor parte de ellas se abren al amanecer y se cierran al caer de la tarde. Por el contrario, otras como el dondiego de noche, se abren al atardecer y se cierran a la madrugada. La acción de la luz no es uniforme en todas las flores, sino que éstas reaccionan de diferente manera según la duración e intensidad de la iluminación.

Si a una flor cerrada de tulipán se le acerca un cuerpo caliente, se observa que se abre rápidamente. En este caso el estímulo es producido por la temperatura.

Tales movimientos de los distintos órganos florales se llaman movimientos násticos. Se diferencias de otro tipo de movimientos llamados tropismos, porque se producen en una dirección que no está determinada por el estímulo, sino que dependen de la estructura anatómica del órgano.

En cambio, en el tropismo el movimiento se produce en la dirección del estímulo (tropismo positivo) o en la contraria (tropismo negativo)

Un grupo especial de movimientos násticos es el que se observa en losa flores con relación a los procesos de polinización. Los estambres de ciertas flores, cuando son tocados ligeramente en la base, se curvan de golpe sobre el pistilo, al que polinizan.

Las flores de muchas familiar compuestas tienen la base de los filamentos de los estambres muy sensibles al roce de insectos. Al ir éstos en busca del néctar los rozan; entonces se contraen, y el tubo formado por las cinco anteras concrescentes desciende y cubre de polvo el estigma.

No sólo las flores son capaces de movimientos násticos, sino también las hojas, que ofrecen frecuentes ejemplos de éste fenómeno.

Las plantas carnívoras, llamadas así porque capturan pequeños animales, tienen algunos de sus órganos muy sensibles a la presencia de cuerpos extraños sobre ellos. Una de ellas tiene rosetas en las hojas con pelos tentaculares en sus bordes, de forma que si un insecto se mueve rápidamente lo aprisionan.