¿Es posible congelar semen en la nevera y utilizarlo para inseminar artificialmente?

Uno de los mitos urbanos recurrentes es aquel en el cual una mujer congela en su hogar semen de su marido, para utilizarlo en caso de "emergencia"; es decir... en caso de que el tipo llegase a faltar y ella quisiera tener un hijo de su pareja. Entonces decide almacenar una reserva en su nevera, congelado junto a las carnes, esperando al momento oportuno para fecundarse con el mismo.

¡Que asco! Pero entonces ¿Es posible hacer esto en casa con una nevera común y corriente?

Ok, ok, ok, ok... Vamos por partes (como dijo Jack el Destripador): el semen puede crio preservarse y utilizarse en una inseminación artificial o fertilización in vitro hasta después de diez o 15 años del inicio del proceso. Sin embargo, se requiere de una técnica especializada que consiste en someter varias muestras de esperma contenido en tubos estériles a soluciones antibióticas y amortiguadoras; se criogeniza a 180° bajo cero por medio de vapores de nitrógeno líquido.

Aún así, al momento de descongelarlos, igualmente por una técnica y con una tecnología bien definida, pueden sufrir daños en su morfología o morir. Además, es un proceso bastante costoso tanto de inicio como de mantenimiento. Es decir, no es cuestión de que se coloquen los condones usados en la nevera para que tiempo después se puedan utilizar para alguna inseminación artificial.

Si algo así te han dicho... te han tomado el pelo.

Un espermatozoide en un medio totalmente optimo como es el útero o en su liquido espermático podría vivir hasta 2 días. Fuera de su medio muere muy rápido. En los calzoncillos o en el la piel del pene puede durar unos cuantos minutos. La vida media en un una tela, por ejemplo, es de unos pocos segundos... si, así de rápido mueren. Tras 12 horas, por muy acogedor que sea el ambiente en el que se han colocado no hay un solo espermatozoide que quede vivo.

¿Es posible congelar semen en la nevera y utilizarlo para inseminar artificialmente?